
La Cafeína y las grasas
El conocimiento de los efectos de la cafeína sobre el metabolismo de las grasas en los seres humanos es limitado, y los resultados de los estudios siguen siendo, a día de hoy, controvertidos. Diversos estudios muestran que la administración de cafeína provoca un aumento de la concentración plasmática de ácidos grasos, acción a la que se ha atribuido el potencial efecto de la cafeína como sustancia estimulante de la lipólisis, es decir, de la movilización de las grasas en el organismo, y por ende, de la consiguiente pérdida de grasa y de peso.
Metabolismo de la Cafeína

Aunque el metabolismo de la cafeína es diferente en cada individuo (los hay más sensibles a esta sustancia), se estima que alrededor del 80% de la cafeína es metabolizada a paraxantina, y el 16% se convierte en teobromina y teofilina en el hígado. Al ser una sustancia hidrosoluble, la cafeína y sus metabolitos se eliminan por la orina, y por lo general, un consumo moderado no tiene efectos adversos en el organismo.
La mayoría de la información epidemiológica disponible indica que un consumo total de cafeína inferior a los 300 mg al día (2-3 tazas de café) no supone ningún problema, si bien tanto las mujeres embarazadas como las personas con afecciones médicas o que son sensibles a la cafeína deberían tener cuidado y moderar su consumo. No obstante, dado el gran número de productos que contienen cafeína y que se comercializan en distintos formatos (cápsulas, comprimidos...) hay que tenerlos también en cuenta para no sobrepasar la dosis indicada como segura por las autoridades sanitarias.